Emma Fernández

Directora general de Indra*

“El sector de la defensa y la seguridad nos ha proporcionado conocimientos y capacidades muy importantes: en tecnologías básicas; en metodologías, y en el desarrollo de profesionales altamente cualificados”

¿Qué supone para Indra ser una empresa no solo, pero también, de defensa?

Indra es una empresa fundamentalmente de tecnología. Tecnología, además, muy compleja que aglutina el sector de las comunicaciones, el de la informática y el de la electrónica, y ahora también, el de los contenidos y el de la operación de procesos. A través de la defensa y de la seguridad, ha aprendido a manejar tecnologías muy complejas basadas en tiempo real que, con el paso de los años, hemos aplicado a otros sectores de actividad: al tráfico, al transporte, a las infraestructuras, pero también a los sectores de la energía o al sector financiero. Para una empresa como la nuestra, el sector de la defensa y la seguridad nos ha proporcionado distintos conocimientos y capacidades muy importantes para el desarrollo de la compañía: en tecnologías básicas; en metodologías; y en el desarrollo de profesionales altamente cualificados y en ámbitos de innovación que también han sido determinantes para aplicarlos a otros sectores de actividad.

¿Tenemos que ir hacia una mayor concentración europea de las industrias de defensa?

La única fórmula de supervivencia es precisamente la internacionalización, el tamaño y la competitividad. En un país con la dimensión de España, es evidente que eso no se puede conseguir en todos los ámbitos de actividad. El ejercicio que se está haciendo de seleccionar las capacidades esenciales y hacer una planificación estratégica con un cierto largo plazo nos puede dar la posibilidad de mantener la competitividad en algunos segmentos seleccionados. Pero en el conjunto de las actividades que hacen falta para mantener la defensa y la seguridad, nuestro país ya tiene una dependencia de sus aliados y de sus socios en el entorno de la OTAN (Europa y Estados Unidos) y es ahí donde tenemos que seguir realizando alianzas industriales suficientemente potentes para mantener unas capacidades esenciales.

¿Se puede seguir haciendo más con menos?

Estamos un poco al límite. Llevamos desde 2008 en una fase de descenso de los presupuestos. Son siete años y esto es casi perder una generación desde el punto de vista del desarrollo de nuevos programas, y los proyectos en defensa requieren plazos largos. Si no tenemos una vocación por desarrollar esa nueva generación, difícilmente vamos a estar a la altura y a la vanguardia, ya no digo para competir con otras empresas sino incluso para colaborar con otros países y otras regiones de nivel. Algunos anuncios nos hacen sentirnos optimistas, con un cierto incremento de cara a los presupuestos 2016. A largo plazo, reitero la idea de que todavía no tenemos una ambición suficiente.

¿Por qué necesitamos una industria de defensa propia?

Porque hay una serie de amenazas que son responsabilidad de España y de su posicionamiento geográfico y que tenemos que atender. Una industria propia te permite atenderlas con mayor agilidad, calidad, rapidez y seguridad. El tener una industria de defensa con suficiente fortaleza te permite sentarte a la mesa a discutir determinados aspectos geopolíticos con mayor conocimiento y mayor capacidad.

¿Hacemos lo suficiente en el quinto espacio, en el ciberespacio?

No. No tenemos conciencia de hasta qué punto nuestro conocimiento y nuestros activos están desprotegidos. Es un ámbito en el que tenemos que invertir, pues cuesta dinero estar protegido en el quinto espacio.

*En el momento de realizar la entrevista.