Antonio Bueno
Vicepresidente para Europa de General Dynamics y director general de Santa Bárbara Sistemas
“Necesitamos mayor inversión pero, sobre todo, estabilidad, visibilidad y financiación”
¿Qué aporta a España una empresa como Santa Bárbara Sistemas?
Aporta soberanía y autonomía a nuestras Fuerzas Armadas para que puedan contar con la tecnología y unas capacidades que en el futuro siempre estén disponibles. Aporta valor tecnológico, pues desde aquí estamos desarrollando productos innovadores, nuevos y con una base industrial muy avanzada. También somos generadores de una cantera de profesionales en el área de ingeniería y de gestión, así como de mano de obra altamente cualificada, siendo una fuente de desarrollo para el resto de industrias en el futuro. Si pensamos en lo que puede aportar la industria de defensa a otros sectores, debemos hablar, por ejemplo, de calidad. Los referentes de calidad en nuestro sector son enormes. La defensa demanda unos requisitos que son únicos y eso aporta mucho al mundo civil. Hablamos de avances en la personalización o customization de las necesidades en series cortas, que hacen que tengamos que diseñar y fabricar pensando en esos complejos requerimientos. Hablamos de sistemas que están sometidos a teatros de operaciones muy intensos y con un período de vida útil de 30 años o más, algo que probablemente es específico de nuestra industria.
¿Hemos alcanzado el límite a partir del cual ya no es posible hacer más con menos?
Actualmente hablamos de esfuerzos para llegar al 1% del PIB. La referencia de la OTAN es del 2%. Para tener una industria sostenible, que mantiene capacidades y que está tecnológicamente al nivel que debe estar, necesitamos, por supuesto, mayor inversión pero, sobre todo, estabilidad y financiación. Siempre demandamos visibilidad y un entorno de certidumbre a medio o largo plazo que nos permita apoyar proyectos de continuidad. Nuestros proyectos son de maduración larga y necesitamos poder invertir con visibilidad.
¿Qué papel puede tener España en la definición de la industria europea?
Un aporte importante. España es el quinto país europeo en defensa y, para seguir siéndolo, debemos continuar teniendo empuje y la convicción de que debemos ser un referente en el sector. Contamos con la industria, el conocimiento, el talento y las tecnologías o, al menos, muchas de ellas, que nos hacen ser pieza importante en todas las áreas: aire, tierra y mar.
La industria española de defensa exporta un 65% de su producción.
Una industria de defensa no puede vivir solo de exportación ni solo de su mercado nacional. Debe ser una combinación de ambos, que se retroalimenten. Ambos son buenos tanto para los clientes como para la propia industria. El mercado de exportación en este sector no es como el de otros. Requiere de mucho apoyo institucional. El mercado nacional es también fundamental porque aporta confianza y la base necesaria para seguir exportando.
¿Es necesaria una estrategia española para la industria de defensa?
Es fundamental que exista una política de Estado clara, que vaya más allá del Ministerio de Defensa y que nos permita definir los siguientes pasos y organizarnos para dar respuestas a los requerimientos. De la política de Estado viene un compromiso y una financiación, un apoyo a la exportación, una estrategia de planificación y, sobre todo, establecer un dialogo abierto y fluido entre la Administración y la industria, que siempre es necesario para lograr esa visibilidad estratégica.