Almudena Román

Directora general de ING Direct

“La digitalización implica una transferencia de poder del banco al cliente”

¿Hay una excesiva bancarización en España?

En España tenemos que seguir creando vehículos para que haya más acceso a la financiación de emprendedores; pero financiación no como una manera de invertir en capital, sino como una manera de dar solución a las necesidades en el circulante de las empresas o de largo plazo. Los bancos vamos a seguir teniendo un papel principal por la sencilla razón de que somos los únicos que tenemos esa licencia bancaria que nos obliga a tener muchas cosas pero nos permite guardar los depósitos de los clientes. El camino por el que está entrando toda la financiación, muchas veces cuando se ve en qué se plasma, en las plataformas de crowdfunding, en todas las iniciativas de venture capital y todo lo que estamos viendo de fundraising, es capital riesgo. Sí que es verdad que en España parece que está empezando a haber vehículos más claros de generación de capital para nuevas empresas y se tiene que seguir trabajando para crearlos. Los bancos somos grandes actores en eso y, enseguida, somos capaces de desviar fondos a eso pero empieza a surgir ahora.

¿Tras la crisis, en el mundo de la banca se piensa más en el largo plazo?

Las medidas que se han tomado en los países han sido distintas en función de la presión que han tenido en la sociedad en la que están. Por ejemplo, en Holanda los banqueros ahora firman un código deontológico de responsabilidad personal. Y luego, a través del Banco Central Europeo hay otros organismos. Esto se está intentando de alguna manera estandarizar. La gestión de la reputación –lo he llamado autenticidad– es una palanca activa que tenemos que tener los bancos.

¿Qué supone para ustedes la Unión de Mercados de Capitales a nivel europeo?

Si logramos juntarnos y trabajar juntos como un único mercado, conseguiremos dar opción a los ciudadanos europeos a tener el tercer mejor mercado del mundo. ¿Y qué ofrece? Simplemente más eficiencia, más armonización, más facilidad de operación. Los bancos europeos trabajamos con muchos reguladores a la vez. Por ejemplo, ING trabaja con 13, y por ello hay muchas barreras a la armonización, a la estandarización y a la unificación, que implican menos eficiencia y también menos claridad para las empresas y los consumidores europeos.

¿Cómo está cambiando la digitalización el sector?

El negocio bancario es ya software puro. No es que esté cambiando el sector, sino que estamos en una nueva era, es decir, que el ciclo productivo ha cambiado. La digitalización quiere decir que compartimos con un montón de otras industrias un nuevo territorio, que es el software, que nos obliga a igualar la experiencia de los clientes en un territorio muy distinto y tenemos que pensar de otra manera y aprender de este nuevo sitio. Y todo lo que viene de atrás probablemente sea un freno para aprovechar todas las ventajas de todo lo que está por delante. Implica una transferencia de poder del banco al cliente. Requiere una reorganización, una simplificación y ganar mucha transparencia e inmediatez en toda la prestación de servicios. Al final, dentro de 10 años, todos los bancos vamos a ser plataformas digitales. Todo lo que quiera hacer el cliente con ING en España lo puede hacer desde Internet y ya tenemos un 20% de clientes que solo usan única y exclusivamente esto. No estoy hablando del canal móvil, sino del teléfono móvil. Eso pasa hoy aquí en España.