Francisco Román

Presidente de Vodafone España

“Hay más de 150 operadores en Europa, frente a cuatro en Estados Unidos y tres o cuatro en China”

¿Cuáles serán los próximos grandes pasos en el desarrollo de las TIC?

La situación en España no es distinta a la de la mayoría del resto de países. Estamos viviendo un florecimiento tecnológico que la humanidad no ha visto antes. En este momento se están explotando una serie de tecnologías que impactan en todas y cada una de las personas del mundo. Asimismo, en todas y cada una de las empresas. La comunicación máquina a máquina tiene un potencial enorme. Para que esto se aproveche al máximo se necesita una infraestructura de telecomunicaciones de banda ancha lo suficientemente rica tanto en móvil como en fibra.

¿Se necesita apoyo público para lograrlo?

Este sector se basa en la iniciativa e inversión privada. Durante los años de la crisis se han invertido 28.000 millones en redes, a pesar de la presión de la bajada de precios. En relación con la colaboración público-privada, el Gobierno debe ayudar a generar un entorno que propicie la inversión y la innovación. Debe encargarse de las condiciones y nosotros de las inversiones en el mercado.

El bien supremo de la relación es un precio muy bajo del producto final porque se asume que los outputs de esta industria son inputs para todas las industrias. No hay nada que objetar a esta teoría. Lo que ocurre, es que esto fomenta mucha competencia, entendiendo como tal una gran cantidad de competidores, aunque sean pequeños, lo cual fragmenta el mercado. Es un problema europeo. Hay más de 150 operadores en Europa, frente a cuatro en Estados Unidos y tres o cuatro en China. Es una industria que requiere economías de escala. Es fácil de entender, entonces, que esa atomización debilita las compañías del continente. España no es ajena a esto. Se necesita entonces una regulación que entienda que la competencia consiste en tener competidores fuertes capaces de alcanzar economías de escala y que, por tanto, consigan un mejor equilibrio entre la inversión, la innovación y el precio final. El precio no debería ser el principal objetivo.

En España estamos volviendo a tener tres grandes competidores…

Estamos atravesando un proceso de consolidación, lo cual es lógico. Es fruto de una convergencia de oferta tecnológica entre la parte móvil y la parte fija. Durante años ambos sectores han vivido con una independencia relativa. El mundo móvil ha florecido con independencia del fijo y es a su vez donde se ha librado la batalla de la liberalización. Es aquí donde hemos venido los nuevos competidores a desafiar al antiguo monopolio. Por la oferta actual, existe ahora una necesidad de convergencia, lo que está propiciando estos importantes movimientos de consolidación. Este fue nuestro objetivo cuando decidimos invertir 7.200 millones en la adquisición de una mejor fibra óptica, que complementa la mejor red de línea móvil de 4G. Es un movimiento positivo. Sin embargo, sigue habiendo en España un conjunto de pequeños competidores, muchos de ellos refugiados en el sistema regulatorio y cuya principal oferta es la bajada de precios. Este sector está sometido a muchas presiones y necesita una gran inversión. Tenemos que lograr un país atractivo en cuanto a las inversiones.

¿Es el acceso a Internet en España más caro que en el resto de Europa?

No es así. Es verdad que hay comparaciones de todo tipo. Pero este es el único gran sector donde siempre los precios han bajado. Durante estos años de crisis las bajadas han sido espectaculares. La bajada del móvil ha sido de un 60-70% en los últimos dos años.