Julián Núñez

Presidente de Seopan

“La única solución para seguir invirtiendo en infraestructuras, y en las de educación y sanidad tenemos un déficit, es la colaboración público-privada”

¿Qué evolución debería seguir el sector de la construcción?

En el momento más álgido de nuestra economía, en 2000–2007, la contribución del sector de la edificación a la economía española se situó en el 30–35%, que quizá podría ser elevada, y ahora debemos estar en el 10–12%. Estamos yendo hacia la situación en la que tenemos que estar y, al final, es cuestión de oferta y demanda. Ya ha pasado lo peor de la crisis, estamos en la senda de la recuperación económica y por primera vez tenemos datos positivos para nuestra actividad, en particular, para el sector de la edificación, que representa las tres cuartas partes de la actividad total nacional en construcción. Esta actividad no debe ser la espina dorsal de nuestra economía aunque, evidentemente, el sector de la construcción tiene una contribución muy positiva en todos los grandes países del mundo, tanto en la creación de empleo como en el retorno fiscal. No sé cuál será el nivel de recuperación que tengamos que tener pero, teniendo en cuenta que se han destruido 1.750.000 empleos en el sector de la construcción en los últimos siete años, sin duda será una parte importante.

¿Cuáles deberían ser las prioridades en materia de infraestructuras?

En algunas tipologías de infraestructuras hemos hecho muy bien el trabajo. Pero tenemos un déficit en infraestructuras de educación y de sanidad. Según datos de Eurostat de 2013, mientras que el ratio en euros por habitante de inversión bruta de capital en infraestructuras de educación en España fue de 30, en Francia, fue de 136;en el Reino Unido, 163; en Alemania, 124, y la media de la Unión Europea de los 28, 102. De este enorme déficit de inversión no se habla en los medios. Si vamos al gasto en inversión bruta de capital en infraestructuras de salud, la media de la Unión Europea de los 28 en 2003 es de 63 euros por habitante; España, 41; Francia, 114; Italia, 76 y el Reino Unido, 94.

¿Cómo resolver o compensar la falta de inversión pública en infraestructuras?

Por supuesto que hay que cerrar la red de autovías y acabar la de alta velocidad, pero hemos hecho los deberes y estamos en un nivel magnífico. Ahora hay que mantener y conservar esas infraestructuras. Lo que gastamos aquí en conservación es la mitad de lo que se gasta por kilómetro en Alemania o en Francia, y lo mismo sucede en obras ferroviarias. Todas estas carencias son desconocidas para la opinión pública y para la clase política porque no se ha preocupado. Hay que terminar lo que tenemos en curso, pero también centrarnos en los déficits tan importantes que tenemos: equipamiento público, logística, agua, energía, rehabilitación energética e infraestructuras energéticas. ¿Cómo resolver esos déficits en una economía que está sometida al cumplimiento de unos objetivos de déficit público y de deuda pública tremendos hasta 2018? Es imposible. La única solución es la colaboración público-privada y, para ello, es preciso actualizar y modernizar el marco regulatorio que tenemos en España. No significa hablar de privatizar ningún tipo de servicio de infraestructura. La propia Administración tiene fórmulas de financiación privada o extrapresupuestaria. Cuando ADIF hace emisión de deuda, se está financiando en los mercados, no contra el presupuesto público, sino que es financiación extrapresupuestaria.