Fernando Santiago

Presidente del Colegio General de Gestores Administrativos de España

“Si no se hace una legislación fiscal específica para el autónomo y para la pequeña y mediana empresa, no vamos a poder sobrevivir fiscalmente”

¿Es la lucha contra el fraude fiscal el principal desafío que tiene el sistema en España?

Debería ser uno de los principales desafíos. El problema es que la lucha contra el fraude fiscal no es nada si no lleva aparejada una serie de medios y una serie de formas donde debe enraizarse, es decir, hay que afrontar una serie de hechos alrededor del fraude fiscal. Primero, que la propia tipología de la norma no incite al fraude. Hay que establecer medios y sistemas de funcionamiento para acabar con el fraude y con la economía sumergida, porque existen muchas circunstancias que son las que incitan a que se cometan fraudes que se podrían evitar en otras situaciones.

¿Cuáles son los principales medios que reforzaría usted?

Mientras no culturicemos desde el principio que no pagar impuestos y no contribuir es algo que va en contra de los intereses de España y de todos los españoles, no vamos a poder atajar el fraude, por mucha normativa que hagamos; porque, al final, la normativa se ataja con el funcionamiento de la persona.

¿Hay excesivas vías de escape en el sistema fiscal español?

Todas. El sistema fiscal español es tan sumamente complejo y complicado de cumplir que, por lo tanto, tiene muchas de vías de escape. Sin contar con que no hay medios, con que no hay dinero y con que tampoco hay una voluntad política para atajar el fraude fiscal como tal.

¿El sistema fiscal es demasiado complicado para un ciudadano normal?

Partiendo de que hay normativa fiscal local, comunitaria y del propio Estado español, y algunas de ellas dispares entre sí, es absolutamente imposible que un ciudadano normal pueda conocer la totalidad de la normativa fiscal en España. Por tanto, no se puede cumplir. Nadie en este país cumple la normativa fiscal al 100%, simplemente porque es imposible, por desconocimiento.

¿Qué reformas principales haría usted?

Lo primero, es muy importante que alguien se acuerde sobre todo de la pequeña empresa y también de la mediana y del autónomo. Si no se hace una legislación fiscal específica para el autónomo y para la pequeña y mediana empresa, no vamos a poder sobrevivir fiscalmente. Esta crisis la hemos salvado los autónomos y las pequeñas empresas mucho más que las grandes. Pero, ojo, hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones deberíamos hablar de normativa fiscal como toda aquella que afecta a la tipología de impuestos, no a los impuestos fiscales, porque cuando se dice muchas veces que se bajan los impuestos en realidad son bajadas de impuestos de carácter fiscal o tributarios. Sin embargo, se siguen subiendo los impuestos de Seguridad Social, que es la fiscalidad más importante que hay en el país.

¿Se pueden reducir los impuestos sobre, por ejemplo, los rendimientos de capital en un país y no en otro?

Todo se puede reducir, lo que pasa es que también habría que reducir el gasto público. Pueden ser perfectamente reducidos en épocas de crisis. Lo que hay que aplicar es la lógica. Hay que seguir estableciendo la línea de crecimiento en el impuesto sobre el consumo y rebajar determinados impuestos como pueden ser los impuestos sobre el rendimiento del trabajo.