Raúl González

Consejero delegado del Grupo Barceló Hoteles

“La industria del turismo española podría convertirse en un referente mundial y no estamos aprovechando la oportunidad de manera adecuada”

¿Está el modelo del sol y playa agotado? ¿Necesitamos una nueva estrategia de turismo?

Durante muchos años nos hemos dedicado al modelo del sol y playa, y aunque es cierto que nuevas motivaciones de viaje crecen más rápido en la actualidad, la base fundamental de nuestra clientela viene a aprovechar el buen clima que tenemos, por lo que el modelo no caduca. Sin embargo, sí que se necesita una estrategia de turismo. El modelo hotelero requiere más inversiones y menos trabas. España tiene que convertirse poco a poco en un país con un nivel de oferta más alto, con una clientela con mayor poder adquisitiv y, a menudo, a diferencia de lo que ocurre en otros sectores, lo que encuentran las entidades del sector hotelero es una serie de impedimentos para hacer, por ejemplo, reformas o mejoras en los establecimientos que permitan aumentar el nivel de la oferta. La industria del turismo española y en concreto la gestión hotelera en nuestro país podría convertirse en un referente mundial y no estamos aprovechando de manera adecuada la oportunidad.

¿Qué significa innovar en turismo?

El concepto del bufet y el todo incluido fueron elementos innovadores en el pasado. En la actualidad, la innovación y el uso de la tecnología también tienen un papel relevante, sobre todo en la comercialización, en la distribución y en algún elemento del hotel. No obstante el cliente demanda antes un buen wifi que una buena domótica que para cuando la entiende ya se ha ido del hotel.

¿Es requisito hoy en día vender experiencias que generen ilusión y sensaciones?

Efectivamente, así es. Nuestro eslogan, “Un mundo de experiencias”, lo dice claramente. Hay otros países en los que la construcción y el suelo, en términos generales, son más baratos, por lo que buscar un factor diferenciador es fundamental. Si no queremos ser poco competitivos y tener un problema de costes como país, debemos ser capaces de diferenciarnos y de vender experiencias únicas explotando nuestros recursos con el fin de generar un destino atractivo en sí mismo. Cuando se trata de atraer a un turista a Barcelona por ejemplo, hay que poder vender algo más que una cama y el servicio del hotel, hay que vender la Sagrada Familia y todas las bondades de la ciudad.

¿Qué esperaría usted de la política española en su campo para los próximos años?

Alguna vez he comentado con poco éxito que como país tendría mucho sentido que, al igual que se generan y se dan fondos de ayuda al desarrollo para grandes infraestructuras, se dieran créditos para desarrollo turístico. Cuando se ayuda y se fomenta la construcción de una infraestructura, el día que se acaba la obra se acaba la relación con el país al que le has dado el dinero. Sin embargo, al ayudar a las empresas que quieren llevar a cabo un desarrollo turístico en un país, se consigue que empresas españolas hagan el diseño, la construcción y la gestión, logrando así que la capacidad de relación con el país perdure en el tiempo.

¿Es el turismo la actividad de la sonrisa?

Este es uno de los aspectos más bonitos del sector turístico, ya que esta es una de las pocas actividades empresariales en las que ganas dinero haciendo feliz a los demás, lo cual es una suerte.