Fernando del Pozo

Almirante de la Armada española

“Estamos por debajo del límite. Hay que gastar más y de otra manera”

¿Hemos llegado ya al límite de hacer más con menos o hay que hacer más con más o menos con menos?

Estamos por debajo del límite. El 1% es la mitad de lo que, no solo España, sino todas las naciones aliadas, llevan años comprometiendo periódicamente. Estamos muy por debajo de las necesidades más básicas en cuestiones de defensa. Las fuerzas expedicionarias que se buscan son más caras que las convencionales, pero hay que tenerlas porque a lo que nos enfrentamos ahora y en el futuro próximo no son conflictos convencionales. Tendremos guerras híbridas, expedicionarias, muchas funciones de defensa que no son estrictamente guerras, pero ninguna de ellas la clásica guerra del pasado con fuerzas convencionales en el propio territorio o en las fronteras. Hay que gastar más y de otra manera.

¿Hay que mirar más a gastos o a capacidades?

A las capacidades. Se ha intentado varias veces la especialización, pero nunca se ha alcanzado, porque todas las naciones mantienen su soberanía y nadie quiere tener que depender de que en un momento determinado otro aliado pueda rechazar la participación. Aunque la verdad es que la comunidad de intereses que hay en Europa es muy notable y es difícil que algo que interesa a Italia no le interese a España, e incluso podría poner en ese círculo a los países nórdicos.

¿Cuáles deben ser las prioridades de la política de defensa española?

No son diferentes de las de los demás aliados u otras naciones miembros de la Unión Europea. La necesidad consiste en poder sostener intervenciones expedicionarias en lugares alejados de relativamente pequeña entidad. Un objetivo manejable sería poder contender con un par de operaciones expedicionarias ligeras al mismo tiempo con las que poder participar inmediatamente. No es barato, pero está dentro de lo aceptable. Los ingleses tienen acuñado una expresión muy interesante: “Establish presence without occupation, coercion without embroilment” (presencia sin ocupación y coerción sin enredarse en el asunto).

Un 70% del gasto en defensa en España va destinado a personal. ¿Es excesivo?

Indudablemente lo es. Lo predominante es el 50%. No estoy diciendo que se deba pagar menos, sino que se debe invertir más y que una parte importante del presupuesto debe ser en material.

¿Tenemos que ser más competitivos en industria de defensa, necesitamos un marco crecientemente europeo?

Las diversas industrias mononacionales que tenían la exclusiva a nivel nacional de proporcionar la aviación que hacía falta, han acabado uniéndose en Airbus, que es paneuropea y formidablemente competitiva. En la industria naval tal cosa no ha sucedido y es sorprendente y desgraciado. Los campeones nacionales siguen existiendo y el resultado es pésimo porque ninguno tiene estatura mundial. Ocurre porque la industria naval es más intensiva en personal, en trabajo, que las otras y, claro, a las naciones no les gustaría ver que la parte más intensiva de trabajo se fuera a otra porque el paro es un problema importante. En cuestiones terrestres tampoco existe un campeón europeo, pero el problema es diferente porque ahí la diversificación de sistemas es mucho mayor. En el ámbito naval debería ser fácil seguir el ejemplo aéreo, y habría que aplicarse en eso. Para recoger frutos dentro de unos años hay que sacrificar algo ahora.